Ante un panorama de posible recesión económica en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, es importante que las empresas, en especial las pequeñas y medianas, trabajen en una serie de medidas anticipándose a cualquier crisis, a fin de resultar lo menos afectadas en sus operaciones, coincidieron analistas.
“Este tipo de empresas tienen una mayor rigidez en cuanto al tipo de acciones o decisiones que pueden tomar. Las pymes por lo regular se tardan en asimilar este tipo de procesos económicos, generalmente están endeudadas y no suelen ser expertas en el manejo de contratación de personal, lo que las hace más vulnerables ante una crisis”…
Todo parece apuntar a que la recesión económica ya comenzó. Especialistas y economistas coinciden que la plena crisis del sector inmobiliario en Estados Unidos y los indicadores productivos ya hablan de una fuerte desaceleración en ese país.
De acuerdo con los especialistas, todo el sector industrial en México se verá afectado, principalmente para quienes exportan, directa e indirectamente, siendo esta última opción, en la que más participan las pymes dentro del proceso de comercio exterior.
Sin embargo, comercio, construcción y textiles observarían una mejora relativa, aunque, “aunque algunos sobre una base endeble”, explica Gea Structura.
El Centro de Estudios Económicos y Sociales de Banamex estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos de 1.5% desde el 2.3% previsto anteriormente, para el 2008, lo que refleja un nulo avance.
“Esta débil expansión prevista es sin embargo un escenario más positivo que el vivido en la recesión del 2001, de los noventas o de la aún más negativa de inicios de los 80”, advierte el estudio.
El elemento positivo en esta ocasión, “es que los mercados emergentes son parte de la solución y no del problema, pues la crisis se ha centrado en los países industrializados”.
ConsideracionesLos especialistas sugirieron analizar las estimaciones del desempeño de los distintos sectores industriales de México, y a partir de ahí hacer consideraciones al interior de las organizaciones, que van desde modernizar maquinaria, realizar reingeniería de procesos e incluso de replantearse estrategias de ventas y mercadotecnia.
“Las pymes si no es por voluntad propia, será por la fuerza, pero tendrán que tomar este tipo de estrategias. Deben estar abiertas a la flexibilización de su producción, de sus métodos de contratación y de financiamiento. Hay que anticiparse, cambiar los destinos de exportación”.
El consumo interno, que es poco más del 70% de la economía en México, se mantendrá estable, es decir, los consumidores mostrarán sólo cierta cautela.
Así que, “en la medida en que la inflación y las tasas de interés bajen, subirá el crédito del consumo. Estimamos que la que gente este año podrá gastar en necesidades básicas, o incluso en bienes duraderos, los cuales generalmente no se demandan en tiempo de crisis”, explicó Flores.
Según el directivo de Coface, aunque actualmente se tiene un crecimiento mundial mejor, los países cuentan con una economía más sólida como consecuencia de una mayor demanda interna y con finanzas sanas.
En general, los países tienen una contribución al PIB mundial de 34% comparado con 24% del 2001; mientras que Estados Unidos cayó de 32% al 26% en este año.
MéxicoLa calificadora considera que México goza actualmente de buena estabilidad macroeconómica y se ha convertido en una potencia manufacturera a partir de su adhesión al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Asimismo, el país mantiene un control de déficits internos y externos, que aunado a su nivel moderado de deuda externa, ha sido tranquilizador para los inversionistas extranjeros.
Por otro lado, el desempeño del sector bancario ha sido satisfactorio luego de que logró consolidarse tras la crisis de 1994 y la población económicamente activa es joven y en crecimiento.
Pese a ello, también resalta que las exportaciones están mayormente concentradas en Estados Unidos y han sufrido una falta de competitividad al confrontar rivales comerciales como China; las finanzas públicas aún son muy dependientes en los volátiles ingresos petroleros y las coyunturas políticas han retrasado el avance de las reformas estructurales esenciales.
Posibles impactosLos tres niveles de gobierno, la iniciativa privada, organismos públicos y privados, así como el sector académico deben estar alertas sobre otros sectores que desde la entrada de productos de otros países, han venido perdiendo competitividad.
En este sentido resaltó a la industria metal-mecánica, la fabricación de autopartes y productos electrónicos, así como empresas medianas de segundo y tercer nivel que se han venido rezagando.
Por su parte, Ricardo Bisso, asesor en Competitividad e Integración Productiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) México, insistió en que el país necesita “ver más allá de Estados Unidos y no sólo en momentos de incertidumbre como éste”.
AccionesCon este panorama, Bart Pattyn mencionó que existe la probabilidad de padecer los efectos de la desaceleración que sufre Estados Unidos, aunque no se sabe cuándo llegarán a México.
“Si ya se sabe esto, lo que hay que hacer es protegerse. Hay que estar preparados y enterados sobre lo que pasa con los proveedores y clientes para evitar perder mucho dinero”, enfatizó el directivo.
“La crisis en Estados Unidos es severa y no ha tocado fondo”, advierte por otro lado Gea Structura.
“Este tipo de empresas tienen una mayor rigidez en cuanto al tipo de acciones o decisiones que pueden tomar. Las pymes por lo regular se tardan en asimilar este tipo de procesos económicos, generalmente están endeudadas y no suelen ser expertas en el manejo de contratación de personal, lo que las hace más vulnerables ante una crisis”…
Todo parece apuntar a que la recesión económica ya comenzó. Especialistas y economistas coinciden que la plena crisis del sector inmobiliario en Estados Unidos y los indicadores productivos ya hablan de una fuerte desaceleración en ese país.
De acuerdo con los especialistas, todo el sector industrial en México se verá afectado, principalmente para quienes exportan, directa e indirectamente, siendo esta última opción, en la que más participan las pymes dentro del proceso de comercio exterior.
Sin embargo, comercio, construcción y textiles observarían una mejora relativa, aunque, “aunque algunos sobre una base endeble”, explica Gea Structura.
El Centro de Estudios Económicos y Sociales de Banamex estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos de 1.5% desde el 2.3% previsto anteriormente, para el 2008, lo que refleja un nulo avance.
“Esta débil expansión prevista es sin embargo un escenario más positivo que el vivido en la recesión del 2001, de los noventas o de la aún más negativa de inicios de los 80”, advierte el estudio.
El elemento positivo en esta ocasión, “es que los mercados emergentes son parte de la solución y no del problema, pues la crisis se ha centrado en los países industrializados”.
ConsideracionesLos especialistas sugirieron analizar las estimaciones del desempeño de los distintos sectores industriales de México, y a partir de ahí hacer consideraciones al interior de las organizaciones, que van desde modernizar maquinaria, realizar reingeniería de procesos e incluso de replantearse estrategias de ventas y mercadotecnia.
“Las pymes si no es por voluntad propia, será por la fuerza, pero tendrán que tomar este tipo de estrategias. Deben estar abiertas a la flexibilización de su producción, de sus métodos de contratación y de financiamiento. Hay que anticiparse, cambiar los destinos de exportación”.
El consumo interno, que es poco más del 70% de la economía en México, se mantendrá estable, es decir, los consumidores mostrarán sólo cierta cautela.
Así que, “en la medida en que la inflación y las tasas de interés bajen, subirá el crédito del consumo. Estimamos que la que gente este año podrá gastar en necesidades básicas, o incluso en bienes duraderos, los cuales generalmente no se demandan en tiempo de crisis”, explicó Flores.
Según el directivo de Coface, aunque actualmente se tiene un crecimiento mundial mejor, los países cuentan con una economía más sólida como consecuencia de una mayor demanda interna y con finanzas sanas.
En general, los países tienen una contribución al PIB mundial de 34% comparado con 24% del 2001; mientras que Estados Unidos cayó de 32% al 26% en este año.
MéxicoLa calificadora considera que México goza actualmente de buena estabilidad macroeconómica y se ha convertido en una potencia manufacturera a partir de su adhesión al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Asimismo, el país mantiene un control de déficits internos y externos, que aunado a su nivel moderado de deuda externa, ha sido tranquilizador para los inversionistas extranjeros.
Por otro lado, el desempeño del sector bancario ha sido satisfactorio luego de que logró consolidarse tras la crisis de 1994 y la población económicamente activa es joven y en crecimiento.
Pese a ello, también resalta que las exportaciones están mayormente concentradas en Estados Unidos y han sufrido una falta de competitividad al confrontar rivales comerciales como China; las finanzas públicas aún son muy dependientes en los volátiles ingresos petroleros y las coyunturas políticas han retrasado el avance de las reformas estructurales esenciales.
Posibles impactosLos tres niveles de gobierno, la iniciativa privada, organismos públicos y privados, así como el sector académico deben estar alertas sobre otros sectores que desde la entrada de productos de otros países, han venido perdiendo competitividad.
En este sentido resaltó a la industria metal-mecánica, la fabricación de autopartes y productos electrónicos, así como empresas medianas de segundo y tercer nivel que se han venido rezagando.
Por su parte, Ricardo Bisso, asesor en Competitividad e Integración Productiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) México, insistió en que el país necesita “ver más allá de Estados Unidos y no sólo en momentos de incertidumbre como éste”.
AccionesCon este panorama, Bart Pattyn mencionó que existe la probabilidad de padecer los efectos de la desaceleración que sufre Estados Unidos, aunque no se sabe cuándo llegarán a México.
“Si ya se sabe esto, lo que hay que hacer es protegerse. Hay que estar preparados y enterados sobre lo que pasa con los proveedores y clientes para evitar perder mucho dinero”, enfatizó el directivo.
“La crisis en Estados Unidos es severa y no ha tocado fondo”, advierte por otro lado Gea Structura.
Fuente: W. J. Segovia de publicalpha.com