Las palabras “Taiwan” o “Tibet” son términos prohibidos en China. Si alguna persona teclea desde algún buscador chino alguna de estas palabras no encontrará ninguna información sobre estos conflictos que tanto preocupan al gigante asiático. China es, según un informe elaborado por “OpenNet Initiative”, uno de los países que mayor control ejerce sobre la red…
Irán, Paquistán, Marruecos, Túnez o Arabia Saudí son otros de los 26 países que la prestigiosa alianza universitaria –formada por expertos de las célebres universidades inglesas de Cambridge y Oxford, la estadounidense de Harvard y la canadiense de Toronto– ha señalado como censores de Internet.
El estudio, que analizó la situación de un total de cuarenta y un países en todo el mundo, alerta de que cada vez son más los estados que bloquean o filtran los contenidos de sus páginas web. Y eso que algunos países como Cuba o Corea del Norte no pudieron llegar a ser estudiados por falta de fuentes fidedignas.
Las razones a la hora de ejercer la censura son muy diversas, aunque los temas políticos o los que afectan a la seguridad y a la moral del país son los principales objetivos de estos gobiernos.
En algunos países como Irán, Myanmar (antigua Birmania), Siria, Túnez o Vietnam la censura política es máxima. Otros países como Omán, Arabia Saudí, Túnez o Yemen, destacan, en cambio, por una censura más de tipo moral (allí las restricciones afectan sobre todo a las páginas que subvierten las normas y hábitos sociales del país); mientras que en China, Paquistán, Corea del Sur y Birmania la censura se aplica sobre todo por motivos de seguridad.
Resulta complicado aventurar qué país es el que más ejerce la censura. El informe no establece ningún ranking, pues resultaría muy complicado elaborar uno, ya que no todos los países aplican la censura de la misma manera. Sus criterios y técnicas son muy distintas, y, según afirma OpenNet, también cada vez más sofisticadas.
Aunque China e Irán son, probablemente, los países más restrictivos. Irán es uno de los pocos países que ha prohibido el internet de alta velocidad y bloquea constantemente el acceso a determinadas páginas web como el portal de vídeos YouTube, la famosa enciclopedia Wikipedia o el periódico estadounidense The New York Times.
China tampoco permite la entrada a miles de páginas de contenido político o de organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos y, aunque finalmente, decidió desbloquear al popular servidor Blogspot tras años de censura, mantiene una constante batalla con Wikipedia.
En este país resulta imposible informarse de algunos episodios políticos como la matanza de Tiananmen, en la que el ejército chino acabó con la vida de decenas de estudiantes disidentes del Partido Comunista en el año 1989. La censura es tan fuerte que muchas personas han sido encarceladas por consultar o elaborar páginas web contrarias al gobierno. La organización no gubernamental reporteros sin Reporteros sin Fronteras calcula que más de cincuenta ciberdisidentes podrían encontrarse en prisión.
LA COMPLICIDAD DE LAS GRANDES COMPAÑÍAS.
Algunos países, como China o Tailandia, han conseguido ocultar o bloquear el acceso a determinadas páginas gracias a la ayuda de grandes compañías. Varios de los buscadores y páginas más importantes de la red, como Google, Yahoo o YouTube, han sido duramente criticados por permitir que los gobiernos de algunos países restringiesen parte de sus contenidos.
Irán, Paquistán, Marruecos, Túnez o Arabia Saudí son otros de los 26 países que la prestigiosa alianza universitaria –formada por expertos de las célebres universidades inglesas de Cambridge y Oxford, la estadounidense de Harvard y la canadiense de Toronto– ha señalado como censores de Internet.
El estudio, que analizó la situación de un total de cuarenta y un países en todo el mundo, alerta de que cada vez son más los estados que bloquean o filtran los contenidos de sus páginas web. Y eso que algunos países como Cuba o Corea del Norte no pudieron llegar a ser estudiados por falta de fuentes fidedignas.
Las razones a la hora de ejercer la censura son muy diversas, aunque los temas políticos o los que afectan a la seguridad y a la moral del país son los principales objetivos de estos gobiernos.
En algunos países como Irán, Myanmar (antigua Birmania), Siria, Túnez o Vietnam la censura política es máxima. Otros países como Omán, Arabia Saudí, Túnez o Yemen, destacan, en cambio, por una censura más de tipo moral (allí las restricciones afectan sobre todo a las páginas que subvierten las normas y hábitos sociales del país); mientras que en China, Paquistán, Corea del Sur y Birmania la censura se aplica sobre todo por motivos de seguridad.
Resulta complicado aventurar qué país es el que más ejerce la censura. El informe no establece ningún ranking, pues resultaría muy complicado elaborar uno, ya que no todos los países aplican la censura de la misma manera. Sus criterios y técnicas son muy distintas, y, según afirma OpenNet, también cada vez más sofisticadas.
Aunque China e Irán son, probablemente, los países más restrictivos. Irán es uno de los pocos países que ha prohibido el internet de alta velocidad y bloquea constantemente el acceso a determinadas páginas web como el portal de vídeos YouTube, la famosa enciclopedia Wikipedia o el periódico estadounidense The New York Times.
China tampoco permite la entrada a miles de páginas de contenido político o de organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos y, aunque finalmente, decidió desbloquear al popular servidor Blogspot tras años de censura, mantiene una constante batalla con Wikipedia.
En este país resulta imposible informarse de algunos episodios políticos como la matanza de Tiananmen, en la que el ejército chino acabó con la vida de decenas de estudiantes disidentes del Partido Comunista en el año 1989. La censura es tan fuerte que muchas personas han sido encarceladas por consultar o elaborar páginas web contrarias al gobierno. La organización no gubernamental reporteros sin Reporteros sin Fronteras calcula que más de cincuenta ciberdisidentes podrían encontrarse en prisión.
LA COMPLICIDAD DE LAS GRANDES COMPAÑÍAS.
Algunos países, como China o Tailandia, han conseguido ocultar o bloquear el acceso a determinadas páginas gracias a la ayuda de grandes compañías. Varios de los buscadores y páginas más importantes de la red, como Google, Yahoo o YouTube, han sido duramente criticados por permitir que los gobiernos de algunos países restringiesen parte de sus contenidos.
Fuente: publicalpha.com