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sábado, 8 de marzo de 2008

Ponen puertas con cerrojo en la malla fronteriza para cruzar a voluntad!

WASHINGTON - Los esfuerzos del gobierno para confrontar la inmigración ilegal con muros reflejan una neurosis que redituará sólo en un costoso e inefectivo sistema para un problema que requiere soluciones prácticas, opinó el martes The New York Times.

Gobierno falto de habilidad

En un editorial, el matutino apuntó que la construcción de la barda en particular terminará “como un monumento de la crónica inhabilidad del gobierno para hacer algo inteligente” sobre el problema de la inmigración ilegal.

Aunque el país tiene derecho a controlar sus fronteras, indicó, “ese objetivo se va a pique cuando la estrategia general descansa en componentes simplistas, bardas y tecnologías ‘cúralotodo’, en lugar de atacar las causas por las que la gente cruza ilegalmente”

“Pese a lo que dicen los críticos de la ‘amnistía’, la reforma migratoria nunca ha sido una decisión entre legalización y control, porque legalización es control”, indicó.

“Sólo contabilizando a las personas y siendo realista sobre el abasto de visas, dejando entrar a la gente por los puertos de entrada en lugar de perseguirlos por el desierto, es que este país restaurará la sanidad y el orden de este sistema quebrantado”, apuntó.

Administración neurótica

Para el diario, la construcción de la barda, evidencia la “neurosis” en la que ha caído este país, que ha pasado de ser un imán de la migración a uno que evade la respuesta.

“La evidencia de esta neurosis es visible en la frontera con México, donde el departamento de Seguridad Interna (DHS) ha estado apresurándose a reforzar un infectivo sistema de bardas y sensores, camiones y botas en el terreno”, señaló.

Para el New York Times, la construcción del muro, ordenada por el Congreso tras el fracaso del debate para una amplia reforma migratoria, constituye “un mandato para hacer lo imposible, a una velocidad y un gasto récord”.

Plan alternativo

El periódico acusó además que el compromiso para este reforzamiento, sin reparar en el sistema de la inmigración legal, “fue siempre el plan B.

Aún el presidente (George) Bush, el maestro de la fracasada iniciativa federal, predijo que fallaría”.

El diario citó las fallas en el proyecto de la llamada “barda virtual” y dijo que el proyecto para construir la barda física en porciones de Arizona, Nuevo México y Texas es visto como “irracional”.

“Los funcionarios fronterizos insisten que ninguna extensión de barda detendrá seriamente los cruces ilegales y que el esfuerzo de hecho empeorará las cosas”, puntualizó.

LOS UNICOS BENEFICIADOS

Al respecto, el diario apuntó el beneficio que dejará a los narcotraficantes y criminales la construcción de nuevas carreteras para acceder a zonas remotas donde la barda será construida, citando además reportes sobre cortes en la malla.

En algunos casos, existen anécdotas de porciones en las que se han colocado puertas con cerrojo, garantizando así el cruce a voluntad de quienes las colocaron.

Para el Times, nada cercano a colocar agentes hombro con hombro a lo largo de los 3,200 kilómetros cerrará la frontera de la forma que los opositores de la reforma quieren.

“La solución sensible es tener un número de visas acorde a la realidad, dejar entrar a trabajadores y familias con mayor facilidad y darle a la Patrulla Fronteriza los recursos, virtuales y los que necesite para atrapar a los narcotraficantes y otros criminales”, concluyó el matutino.

Debate truncado

En septiembre de 2006 el periódico criticó al gobierno y al Congreso tras la aprobación de la ley del muro, dos semanas después de cancelada la convocatoria del Comité de Conferencia que arminizaba dos leyes de reforma migratoria, una aprobada por la Cámara de Representantes o otra por el Senado.

El plan de la Cámara Baja, entre otras recomendaciones, criminalizaba la estadía ilegal, ordenaba la construcción del muro, incrementaba las redadas y aceleraba las deportaciones.

El proyecto del Senado, basado en un fuerte componente de seguridad nacional, incluía una vía de legalización para la mayoría de los 12 millones de indocumentados.

El entonces liderazgo republicano detuvo la armonización de ambas leyes bajo el argumento que el proyecto del Senado no era congruente con la política de seguridad nacional, decisión que hizo a los republicanos perder el control de ambas cámaras del Congreso en las elecciones de mediotiempo de noviembre de ese año.

Fuente: Frankie de publicalpha.com